lunes, 5 de mayo de 2014

Amor asincrónico




Dos “seres” que no se encontraron en el tiempo, es decir, se enamoraron, sintieron lo mismo el uno por el otro pero nunca en el mismo momento. Él es Canadá y ella Sierra. Él narra la historia. Hubo un tiempo en que era un robot, pero algo falló. Ella es fría. De metal. Él, un segundón como el país del que toma nombre, siempre detrás del todopoderoso Estados Unidos.
Él aprovecha y, de paso, le canta a tantos otros que estuvieron o que están a la sombra y que como él llegaron tarde o perdieron algo. Mira a su alrededor. La realidad duele demasiado. Mejor buscar refugio en la ciencia-ficción, en libros de Asimov o Philip K. Dick, por ejemplo. Y así, de repente, por una mutación, la que es un robot es Sierra. Sí, sí… Hubo un tiempo en que las cosas fueron al revés: él era el robot y ella, la humana. Lástima de asincronía.

jueves, 10 de octubre de 2013

far from home




"Quizás en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país ".


Me erizo una y otra vez...









martes, 10 de septiembre de 2013

viernes, 6 de septiembre de 2013

domingo, 1 de septiembre de 2013

amor de verano


"¿Quién no tuvo un amor de verano? ¿Quién no ha contado las horas obsesionado en las últimas que le quedaban, para agarrar fuerte de la mano y a la vez parar la vida, el tiempo? ¿Quién no ha mirado a los ojos al otro, reflejándose en ellos y sintiéndose la única persona en el mundo? ¿Quién no ha querido ser siempre pequeño? ¿A quién no le ha venido todo grande?
La grandeza de un niño que pregunta por el nombre de los barcos, que se baña en sal y se tumba en la arena porque le hace cosquillas y guarda palos de helado para hacer fortalezas de héroes y caballeros cuando baja la marea. Y ese niño crece y sigue siendo niño y se enamora en verano y culpa al mar y al sol de haber mojado y secado su particular remolino de sentimientos.
La canción de los dos, los paseos de los dos, los planes de los dos, la vida de los dos. Como si no existiera más gente que dos, como si todas las estrellas solo les miraran a ellos, como si el viento solo soplara por ellos, como si los árboles solo se movieran para calmar el calor de ellos, como si la luna se pusiera sus mejores galas solo para que la contemplaran ellos, como si el vino les regara la alegría y las risas solo a ellos.
Y sí. Así era. Era solo a ellos. Para ellos. Para los que se miraron y se quisieron casi antes de llegar. Para los que sintieron, en un rato, que habían estado siempre. Para los que se hicieron dueños del aire, la brisa, el sol y las olas para regalárselo al otro. Para los que hicieron de esa canción, de esos acordes directos que entraron adentro como un disparo y se quedaron, el sueño eterno de su historia de brisa.
Las manos tan llenas, el adiós tan quebradizo. La culpa es del verano, pensaron. Y esa culpa se la llevaron con ellos cuando cerraron su maleta y se prometieron todo. Promesas azules y de vaivén como las olas que rompían en su rincón.
Ese verano, se quedó para siempre en ellos. Y ellos, decidieron quedarse siempre en el verano. Por eso, cada vez que vuelven a pasar fugaces los sueños de sal y arena, el recuerdo despierta y vuelven a amar, siendo verano.
Para todos los que amáis los meses de verano con la intensidad de toda una vida."


Tenía que compartirlo con vosotros.
Berta Collado.


miércoles, 28 de agosto de 2013

saturado



Esta noche he tenido tantos sueños raros y tan enredados que me he despertado y he dicho en voz alta: "¡Mi cerebro está saturado!"

What's going on?!